Os invitamos a conocer el Restaurante La Pradera Campanal, consolidado desde 1960, con una Cocina Tradicional con el sabor de siempre, los mejores productos locales y un aspecto y estética renovados.
Nos abala una dilatada experiencia, una historia que camina de generación en generación…
Esta historia comienza en Bañugues donde José Ramón Viña Gutiérrez alias «Campanal» da sus primeros pasos como cocinero y empresario, impregnándose de las recetas mas tradicionales de su madre decide coger la gerencia de lo que era una antigua sala de baile, llamada «las delicias» en Luanco. Lo transforma en una sidrería y allí en 1960 da sus primeros pasos.
Desde el inicio instaura su criterio como antiguo pescador para elegir el mejor pescado y marisco de la zona.
En aquellos años el marisco era mas desconocido y menos valorado que hoy en día, pero con recetas como la calderada , el arroz marinero , la merluza rellena , la langosta con verdura , los calamares en su tinta y el arroz con leche; aquella sidrería se fue consolidando entre los mejores restaurantes.
La clientela no paraba de crecer y en una apuesta de futuro, apoyándose en su mujer María Luisa, a mediados de 1970 ampliaron para albergar 150 personas, con el fin de satisfacer a todos los clientes y comenzar a servir eventos.
Fue un rotundo existo, tal es así que años después se amplió a un segundo salón, en el cual, es donde José Indalecio Viña Diaz hijo de «Campanal» y María Luisa comienza su camino.
Tiene en casa los mejores profesores y la mejor escuela de la época, el trabajo duro.
Así se forma desde las bases y con los años gracias al cariño de la clientela, coge el mote de «Campanalin».
Llegados a 1987 con una larga trayectoria a sus espaldas, deciden abrir una nueva ubicación a las afueras del pueblo, La Pradera Campanal, el emplazamiento será en Santa Eulalia de Nembro, rodeados de verde en un espacio natural.
Con la misma filosofía de cocina tradicional y marinera rápidamente se hacen un hueco en la restauración regional.
Son los años y el éxito, lo que lleva José Indalecio a seguir los pasos de su padre y ampliar el local hacia un tercer salón para eventos y una sidrería para el día a día en la planta de abajo.
Siempre con la mentalidad de seguir mejorando, se plantea una reforma de los salones a gran escala, con un resultado y una estética muy innovadores, tal es así que a día de hoy se mantienen como un referente en decoración.
Seguidamente y con el creciente movimiento de cocina de vanguardia se apoya durante varios años en este estilo, en el cual tras el paso de diferentes chefs, incluso un galardonado por la Guía Michelín, parece que no acaba de encontrar su sitio entre la clientela habitual, Durante esos mismos años despierta un gran interés por la cocina en su hijo Sergio Viña.
Tras formarse como cocinero y aprender el antiguo recetario de la casa, deciden juntos retomar el rumbo de su casa.
Es aquí donde nos situamos en la actualidad con dos generaciones trabajando codo con codo en una clara apuesta por la cocina tradicional con el sabor de siempre, los mejores productos locales y un aspecto y estética renovados.
Comer en La pradera Campanal te sorprenderá. Todos los días carta y menú especial.
Amplio aparcamiento y zona de juegos infantiles.